8 razones para apoyar a emprendedores

[ad_1]

En este artículo, queremos resaltar la resiliencia, el empuje y las ganas de salir adelante de los emprendedores. Porque la clave durante cualquier crisis es tener la capacidad para aceptar que es necesario innovar una y otra vez.

Las necesidades surgen exigiendo innovación en procesos y productos por parte de los emprendedores. Entonces, ¿por qué apoyar a los emprendedores y cómo hacerlo? Aquí le contamos.

Seguro Pymes- 700X200

8 razones para apoyar a los emprendedores

  1. Al comprar directamente a emprendimientos y negocios locales se contribuye en el crecimiento y fortalecimiento de la economía.
  2. Se mantienen los puestos de trabajo de los emprendimientos y posiblemente se construyen nuevos empleos.
  3. En la mayoría de ocasiones, los emprendimientos le apuestan a ofrecer productos sostenibles y amigables con el medio ambiente. Si se elige comprar productos de estos emprendimientos también se aporta al cuidado del medio ambiente.
  4. Se consiguen regalos únicos, originales y especiales. Quien recibe un detalle comprado a un emprendimiento tiene algo diferente, que se ha hecho con dedicación, y en algunos casos personalizado.
  5. Se obtiene un excelente servicio al cliente. Para los emprendedores sus clientes son muy valiosos, y los atienden de forma adecuada, responden todas sus dudas, hablan de su producto o servicio con pasión. Finalmente, saben que una buena experiencia se verá reflejada en un cliente recurrente o que lo recomiende con sus amigos. Aquí aplica el dicho de “atendido por el dueño del negocio”.
  6. Rapidez en la entrega de los productos. Al comprar local se garantiza que haya una ventaja en tiempos de envío.  Ahora bien, hay que tener en cuenta que algunos emprendimientos se están adecuando a estas nuevas modalidades.
  7. Cuando se le compra a un emprendedor, se apoya la creatividad, el diseño original y la innovación. El talento local es muy valioso.
  8. “La plata se queda en casa”. A diferencia de comprarle a grandes almacenes o comprar productos importados, los emprendedores hacen circular el dinero porque generalmente también obtienen sus materias primas de proveedores locales.

Hombre con ipad

[ad_2]

Link de la fuente🔥

Los humanos actuales generan más neuronas que los neandertales

[ad_1]

El cerebro de los humanos, a diferencia de otros homínidos, genera alrededor de 100 mil millones de neuronas, cantidad suficiente como para establecer una gran diferencia cognitiva e intelectual con los primates.

Un único aminoácido

Neuronas humanos neandertales
Microscópico de las células del cerebro de red de los nervios.

La proliferación de células cerebrales ha permitido a los humanos una adaptación exitosa al entorno que los rodea, algo que representó un salto sustancial con respecto a los neandertales y otras especies homínidas.

Según un estudio científico del Instituto Max Planck de Biología Molecular Celular y Genética, este salto evolutivo obedeció a un único aminoácido, la proteína TKTL1, que permitió la generación de muchas más neuronas que las que producían los neandertales.

La parte humana del cerebro

Neuronas humanos neandertales
Vista de primer plano de la célula de neurona

El estudio también sugiere que el tamaño del cerebro humano no es muy distinto al de los neandertales, aunque la diferencia esencial radica en la cantidad de neuronas que unos y otros fueron capaces de desarrollar.

Así, la producción de la proteína TKTL1 desencadenó un cambio en la producción de guía radial basal, un material fundamental de la neocórtex, región cerebral a la que los científicos consideran la estructura más humana del cerebro, responsable del lenguaje, la creatividad y la imaginación.



[ad_2]
Source link

Martes 13: Mitos y creencias

[ad_1]

«Marte 13no te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes»aconseja el refrán. Y sí, aunque muchos lo neguemos, la realidad es que todos somos -al menos un poco- supersticiosos.

Tanto es así, que nos cuidamos de abrir los paraguas bajo techo o evitamos cruzar debajo de las escaleras. Y qué decir de los Marte 13… Si pudiéramos, seguramente los sacaríamos del calendario.

Es que en el ranking de las supercherías, ésta ocupa indudablemente el puesto número uno. Tan mítico como enigmático, desde siempre escuchamos historias sobre la mala suerte del martes 13. Pero, ¿cuál es el origen de esta superstición?

El 13: ¿es un número de mala suerte?

En su libro “La superstición dice…”Carmen Torrente afirma que “para los griegos era un número sagrado: Zeus era el rey del Olimpo, acompañado por doce dioses. Sin embargo, la fatalidad de este número se recuerda en la mitología nórdica antes de la era cristiana. Doce dioses fueron invitados a un banquete en el Walhalla. Loki, el espíritu de la pelea y del mal se introdujo sin permiso en la fiesta, lo que sumó el número de comensales a 13. En determinado momento se produjo una lucha para expulsarlo, en la que Balder, el dios favorito, encontró la muerte. En la cena más famosa de la historia, la Última Cena, de Cristo y sus apóstoles, los comensales eran trece. Por esta razón, desde principios de la era cristiana, produce pavor que 13 personas estén sentadas a una mesa”.

Las versiones con respecto a este número son muchas. Primero, “la mala fama del 13 puede tener que ver con la carta del Tarot que lleva ese valor, que es la carta de la muerte», comenta la astróloga patricia kesselmann.

Y suma: «Corresponde al primer número después de la finalización de un ciclo (12) y se relaciona con un nuevo inicio (nacimiento, muerte y regeneración) pasando, previamente, por la disolución”.

La mala fama del 13 puede tener que ver con la carta del Tarot, la carta de la muerte. Foto ilustración: Shutterstock.
La mala fama del 13 puede tener que ver con la carta del Tarot, la carta de la muerte. Foto ilustración: Shutterstock.

«Esta fase -de acuerdo a los ocultistas- es muy complicada y dolorosa porque al hombre lo envuelve la inconciencia y un velo de vacío -indica Kesselman-. Eso es lo que simbolizan la carta de la muerte y el número 13 para el Tarot”.

Este número, además, “tiene un simbolismo kármico ya que significa demasiada estabilidad y poca elevación: 13=1+3= 4. Son los cuatro elementos que simbolizan el mundo material faltando, desde luego, la proyección espiritual del hombre que es simbolizada totalmente por el número 7.

Al número 13 se lo relaciona con pérdidas y con una estabilidad material sin aspiracionescomo es el 4 (relacionado con un cuadrado), que tiene pocas chances de movimiento y cambio”, agrega Kesselman.

Los martes, un día de brujas

El Marte es el día del planeta Marteel dios de la guerra, la destrucción y la violencia; uno de los dos maléficos (el menor) asociado con todo tipo de desgracias.

«Marte es un planeta de maldad natural. Es gastador, malvado, cruel, ama matar y las matanzas, las peleas, los pleitos y las discusiones. Es el planeta rojo, de la sangre, de la infortuna rápida, es el que se ensaña pronto con crueldad y el que no se controla cuando se enoja», explica la astróloga.

Esto quiere decir que el día que le pertenece a Marte es un día que es propicio para este tipo de cosas (emprender guerras y batallas) pero no es bueno para la cosas agradables. Los días martes, en síntesis, son días «agresivos».

El martes es el día del planeta Marte, un día agresivo. Foto: Shutterstock
El martes es el día del planeta Marte, un día agresivo. Foto: Shutterstock

Además, se sabe que los martes (al igual que los viernes) son los preferidos para la magia debido a que se considera que los espíritus están más cercalo que resulta óptimo para la hechicería.

La mala fama de este día de la semana no es nuevo. Desde finales de la Edad Media que viene arrastrando una opinión negativa.

Ocurre que constantinopla cayó un día martes, el 29 de mayo de 1453, e implicó, en aquel momento, una gran crisis para la comunidad cristiana que se encargó de extender por el mundo su opinión poco favorable acerca de este día.

Otros creen, además, “que la destrucción de la torre de Babel se produjo un día martes 13 y, por eso, también se lo asocia con todo tipo de destrucción”, detalla Kesselman.

Sobran razones si queremos pensar que el martes 13 es un día de desgracias y mala suerte. Sin embargo, esas connotaciones negativas no tienen fundamentos científicos, por lo cual debemos tener muy claro que sólo se trata de una superstición.

Pero, por las dudas, arranquemos con el pie derecho, crucemos los dedos… ¡Y disfrutemos el día!

Fuentes: “La superstición dice…”, de Carmen Torrente, Ed. Vergara; patricia kesselmannastróloga y profesora de Astrología y Tarot.

Ediciones Feriaonline.ar/blog

[ad_2] Clarín.com

Recordando a Blanca Cotta: Sus 5 recetas más famosas

[ad_1]

Platos bien caseros, fáciles, rendidores y, por sobre todo, ricos. Ese era el ADN de la cocina de Blanca Cotta​. La cocinera escribió miles de recetas. Aquí, cinco de las más emblemáticas, pedidas y compartidas por sus lectores, escritas en su estilo tan personal.

5 Recetas de Blanca Cotta

Murió Blanca Cotta, una cocinera emblemática del país
Murió Blanca Cotta, icono de la cocina argentina

Torta ángel

La Angel, una de sus tortas más famosas. (Juan Manuel Foglia)
La Angel, una de sus tortas más famosas. (Juan Manuel Foglia)

8 porciones – fácil

Lo que lleva

Harina, 1 taza

Azúcar impalpable, ½ taza

Azúcar molida, 1 taza

Claras, 10 u 11

Agua fría, 2 cucharadas

Jugo de limón, ½ cucharada

Cremor tártaro, 2 cucharaditas

Esencia de vainilla, 1 cucharadita

Esencia de almendra, unas gotas (yo nunca se las pongo…)

Sal, un poquitito así

Molde con tubo central totalmente limpio (26 a 28 cm)

Cómo se hace

1. Tamice la harina. Agréguele el azúcar impalpable y tamice todo junto… ¡6 veces!

2. Aparte tamice el azúcar molida… ¡3 veces!

3. Coloque en el bol de la batidora las claras, el agua, el jugo de limón, el cremor tártaro, la esencia que desee y la sal. Bata hasta que se forme un merengue espumoso, pero no seco.

4. Agréguele el azúcar molida, de a una cucharadita por vez, mientras continúa el batido. Bata hasta que se forme un merengue consistente.

5. Mezcle a este merengue los ingredientes secos tamizados, incorporándolos en 3 veces.

6. Vierta en un molde con tubo central bien limpio. Tome una espátula de metal y húndala suavemente en la pasta, trazando dos o tres círculos concéntricos, para eliminar las burbujas de aire.

7. Cocine la torta 15 minutos en horno moderado; y luego siga cocinándola a fuego mínimo unos 20 ó 30 minutos más.

8. Invierta el molde sobre la fuente donde va a servir, levantándolo un poco con 4 escarbadientes. De este modo, el molde quedará apenitas en el aire para dejar escapar el vapor. Cuando la torta se enfríe, caerá por sí sola. Retire el molde. Y si no cae… No se aflija: pase un cuchillito despegando los costados y desmóldela como cualquier torta (“Un resbalón no es caída”). Retire los palillos.

9. Ahora venden moldes especiales para este tipo de torta (circulares o cuadrados), que tienen el tubo central un poquito más alto que los bordes; de modo que al invertirlo, la torta queda suspendida unos milímetros sobre la superficie donde se quiere desmoldar. Conviene estacionar la torta todo un día antes de cortarla en capas o ahuecarla para rellenar.

Cima rellena ¡Mata hambre!

Cima rellena, otro plato emblemático de la cocinera. (Archivo)
Cima rellena, otro plato emblemático de la cocinera. (Archivo)

No es un matambre, pero es de la misma familia. ¡Para comer sola o acompañada!

Ingredientes

Matambre de buena familia, 1

Sal y pimienta, a gusto

Huevos duros, 3 ó 4

Yemas, 10

Queso rallado, 300 g

Nuez moscada rallada, 1 cucharada

Arvejas hervidas y escurridas (o su equivalente, envasadas al natural y escurridas), ½ kg

Jamón cocido, en un solo trozo, 400g

Agua y verduritas para caldo

Preparación

1. Quítele al matambre toda la grasa y pellejitos que pudiera tener. Recórtele los bordes prolijamente dándole forma rectangular. Dóblelo por la mitad (con la parte de la ex-grasa hacia adentro y cósale dos costados opuestos, a fin de formar una bolsa). Coloque las yemas en un bol y bátalas junto con el queso rallado hasta que todo esté convertido en una crema. Agréguele las arvejas y el jamón cocido cortado en dados. Sazone con sal (poca), pimienta y nuez moscada indicada.

2. Rellene la cima (bolsa de matambre… bah) con la mitad de la mezcla anterior. (Pero antes llame a su cuñada, la que nunca hace nada, para que le tenga la cima bien paradita, con la boca abierta, mientras usted la rellena…). Distribuya sobre el relleno los huevos duros, en hilera, y termine de rellenar la cima con el resto del relleno. Cosa la abertura de la bolsa.

3. Envuelva la cima, apretada y prolija, en un lienzo. Retuerza los extremos y sujételos con piolín fuertemente. Hágale otra ligadura en el medio. Ponga a hervir abundante agua con verduritas y sal. Cuando el agua rompa hervor, introduzca la cima y déjela hervir de 1 y ½ a 2 horas, hasta que al presionarla se note durita (al revés de lo que ocurre cuando cocinamos matambre). Apague el fuego y escurra el paquete. Prénselo ligeramente durante ½ hora y luego estaciónelo en la heladera.

4. Recién cuando este bien fría, desenvuelva la cima, quítele las costuritas y sírvala cortada en tajadas con la guarnición que más le agrade… ¡o ninguna!

Tip: Guarde el caldo para hacer una sopa, ¡que siempre viene bien en estos días fríos!

Filetes Martika

Ingredientes

Filetes de pejerrey desespinado (o lenguado, o merluza, o la clase que prefiera), 6

Jugo de limón, cantidad necesaria

Sal y pimienta, a gusto

Nuez moscada rallada, 1/2 cdita.

Queso crema, 1 pote grande (400g)

Crema de leche, 1 pote chico

Queso rallado, 1 taza

Lengüitas de papa

Papas alargadas, 1/2 kg

Harina, cantidad necesaria

Aceite, para freír

Preparación

1. Extienda los filetes en una asadera, sin encimarlos y rocíelos con jugo de limón. Sazónelos con sal y pimienta a gusto. Estaciónelos en la heladera 1 hora.

2. Vuelque el queso crema en un bol.

3, Sazónelo con sal, pimienta y nuez moscada a gusto.

4. Mezcle con cuchara de madera, mientras le agrega de a poquito, la crema de leche necesaria hasta obtener una crema semi-espesa que se pueda extender facilmente.

5. Unte con esta crema la fuente de horno elegida.

6. Retire los filetes de la heladera y acomódelos en la fuente, unos al ladito de los otros, pero sin encimar.

7. Vuelque sobre los filetes la mitad de la crema de queso y alísela con una espátula, cubriéndolos bien.

8. Espolvoree con la mitad del queso rallado.

9. Vuelque sobre el queso el resto de la crema y alísela cuidadosamente con la espátula. No se aflija si el queso «asoma la nariz»…

10. Finalmente… ¡Espolvoree la superficie con el resto del queso rallado!

11. Estacione la fuente así armada en la heladera 1 hora como mínimo.

12. Coloque la fuente en horno moderado (unos 20 minutos aproximadamente) hasta que el pescado esté cocido y la superficie bien gratinada. Acompañe cada porción con «lengüitas de papa» fritas.

¡Gracias, Susana!

Pan dulce para ir a dormir

Blanca Cotta y su pan dulce. (Archivo)
Blanca Cotta y su pan dulce. (Archivo)

«Esta fórmula, que me piden todos los años es ideal para los ansiosos. Usted la prepara bien entradita la noche, la estaciona en el horno apagado… ¡y se va a dormir! Al día siguiente le mezcla la fruta elegida, la deja leudar… ¡y al horno hasta que toda la casa huela a Navidad!

Lo que lleva la esponja (para 2 panes respetables)

Levadura fresca prensada 50 gramos (un paquetito)

Azúcar 1 cucharadita

Harina 1 cucharada gorda

Agua tibia 1/3 de taza

Lo que lleva la masa

Harina común cantidad necesaria (aproximadamente 1 kilo)

Manteca blanda 75 gramos

Azúcar 200 gramos

Ralladura de 1 limón

Agua de azahar unas gotas (con cuidado)

Coñac o whisky 1 copita

Huevos 2 Leche tibia 1/3 de taza

Fruta seca y abrillantada 400 gramos (variedades a gusto)

Huevo batido 1 (para pintar)

Moldes de papel para pan dulce 2 de 1 kilo

Preparación

1. Para hacer la esponja, disuelva en un bol la levadura con el agua tibia. Mézclele la cucharadita de azúcar y una cucharada bien panzona de harina. Bata bien con batidor de mano o con cuchara de madera, hasta que se formen globitos. Tape flojamente con un repasador limpio o una bolsita de nailon y espere a que la levadura fermente y espume.

2. Ahora empezaremos a elaborar la masa. Ponga en un bol grande 3/4 kilo de la harina indicada y haga un hueco en el centro. Coloque allí la manteca blanda (recuerde retirarla un rato antes de la heladera), el azúcar, la ralladura de limón (sólo la parte amarilla, sin resto de piel blanca), unas gotitas de agua de azahar, el coñac y los 2 huevos.

3. Agregue ahora en el hueco la esponja de levadura que hemos preparado en el paso 1. Mezcle todo con la mano abierta (es la mejor manera), mientras une todo con la leche tibia, que irá agregando de a poco, más la harina extra necesaria. El objetivo es ligar todos los ingredientes hasta formar un bollo tierno, que no se pegotee en las manos.

4. Vuelque el bollo sobre la mesa enharinada y agréguele de a poco más harina mientras amasa enérgicamente hasta obtener una masa tierna y lisa. Colóquela en un bol suficientemente amplio, píntele la panza con un poco de manteca derretida o aceite, tápela flojamente, métala en el horno apagado… ¡y váyase a dormir! (tiempo no contado en el reloj).

5. Al día siguiente, ni bien se levante… ¡corra a ver qué pasó con la masa que encerró en el horno! ¿Vio cómo creció? Entonces, vuélquela sobre la mesa enharinada y aplástela con todas sus fuerzas… ¡más…! ¡más…! y… ¡más…! para desgasificarla bien y evitar así que le salga un pan dulce lleno de agujeritos. La idea es lograr una masa compacta.

6. Una vez bien desgasificada la masa, estírela sobre la mesa enharinada dándole forma rectangular y un espesor de 2 centímetros aproximadamente. Pique sobre una tabla toda la fruta seca y abrillantada que haya elegido y luego mézclela bien en un bol. Extienda la mezcla de frutas sobre el rectángulo de masa, distribuyéndola bien parejo.

7. Ahora enrolle la masa a lo largo, encerrando las frutas, como si estuviera armando un pionono. Enrosque el arrollado en espiral y luego amáselo con bronca para distribuir bien las frutas en el interior del bollo. Entonces, sí: divida la masa en 2 porciones y déle a cada una forma de pan dulce. O colóquelas dentro de los moldes de papel.

8. Tape flojamente los panes y olvídese de ellos en un lugar tibio, hasta que crezcan al doble. Pero antes, tome un cuchillito filoso —no dentado— o una hojita de afeitar (¡qué antigüedad…!) y hágales en la panza de cada pan dulce 3 tajitos superficiales formando un triángulo. O simplemente 2 tajos superficiales en cruz, para que se abran al leudar.

9. Una vez leudados, pinte los panes con huevo batido y cocínelos en horno precalentado en moderado. Coloque en el piso del horno un jarrito con agua para que la corteza no se reseque (retire el jarrito 5 minutos antes de terminar la cocción). En cuanto los panes estén doraditos, retírelos, enfríelos sobre rejilla y… ¡escóndalos hasta Navidad!»

Arrollado de atún

Arrollado de atún. Blanca Cotta
Arrollado de atún. Blanca Cotta

Ingredientes del pionono

Huevos, 6

Azúcar, 3 cucharadas

Pizca de sal

Harina 0000 (floja), 6 cucharadas panzonas (180 gs)

Preparación

1- Forre una asadera de 40 por 30 cm aprox. con papel manteca grueso bien enmantecado, pero sin enharinar. (A mí me quedó muy gordo, la próxima usaré una asadera más grande para esta proporción)

2- Bata los huevos junto con el azúcar hasta llegar a punto letra. Agréguele la harina tamizada sobre el batido , con movimientos envolventes. Vierta en el centro del papel manteca el batido de bizcochuelo y extiéndalo con una espátula, en un espesor parejo.

3- Cocínelo en horno bien caliente, en el estante más alto, de 5 a 7 minutos o hasta que la superficie se note seca y comience a dorarse. Pruebe pinchándolo con un palillo: si sale sin adherencias… ¡listo!

4- Retire la placa del horno y levante con ambas manos los extremos del papel. No tenga miedo de que el pionono se caiga pues como no enharinó el papel, se mantendrá adherido a él perfectamente.

5- Invierta el pionono sobre la mese y tápelo con la asadera donde lo cocinó (después le explico por qué…).

6- Retire la asadera, presione el papel del pionono con una espátula y despéguelo cuidadosamente. ¿Vio que textura elástica habrá cobrado el pionono al filtrarse en la masa todo el vapor de la cocción? Recién entonces rellénelo, arróllelo… ¡o haga con él lo que quiera!

Ingredientes del arrollado de atún

Pionono salado, 1 placa.

Atún envasado en aceite, 1 lata grande (400 gramos).

Huevos duros picados, 2.

Pickles picadísimos o alcaparras, 50 gramos.

Morrones al natural picaditos, 1 lata chica.

Aceitunas verdes picaditas, 50 gramos.

Lechuga cortada juliana, 1 taza.

Mayonesa mezclada con partes iguales de crema de leche batida espesa y sazonada con sal, pimienta y jugo de limón, cantidad necesaria.

Todos los chirimbolos que se le ocurran para decorarlo: rodajitas de aceituna rellena, gajitos de tomate, tiritas de morrón, pickles cortados en abanico, etcétera.

Preparación

1- Despéguele el papel al pionono.

2- Mezcle el atún desmenuzado con los huevos duros, los pickles (o alcaparras), los morrones y las aceitunas picaditos, el blanco de apio y la juliana de lechuga.

3- Ligue todo con partes iguales de mayonesa y crema batida espesa. Debe quedar un relleno consistente, pero húmedo (usted me entiende…).

4- Extienda la pasta sobre la placa de arrollado, en forma pareja.

5- Enrrolle y traslade a una fuente.

6- Cómase a escondidas los extremos.

7- Cubra todo el arrollado con mayonesa y decórelo a gusto con lo que tenga a mano. Rellene los huecos de la fuente con juliana de lechuga, o rodajas de tomate, o ensalada rusa o lo que prefiera.

8- Manténgalo en la heladera hasta el momento de servirlo.

[ad_2] Clic aquí para citar la fuente el artículo

Pan casero con harina común, la receta más fácil y rápida (sin levado)

Hacer pan en casa es algo maravilloso, aunque meterse en ello suele imponer un poco. Asusta leer una receta y encontrarse con términos como masa madrelarga fermentación, etc, pero ese no es nuestro caso. La receta de pan casero con harina común que hoy traemos es todo lo contrario. Perfecta para estrenarse en el mundo del pan y con total garantía de éxito.

Este pan siempre sale bien y no necesita levado. En poco más de una hora esta hogaza que veis en portada estará lista para ser devorada. En su elaboración usamos harina común, la del super de toda la vida, algo que resulta comodísimo. Una última cosa, la levadura fresca se puede sustituir por cinco gramos levadura seca de panadería.

Una vez listo, podemos consumirlo en el día o rebanarlo para congelar e ir teniendo nuestro pan listo a medida que lo vayamos necesitando, que podemos combinar con opciones como el pan de molde casero, una baguette o para unas clásicas tostadas. ¡

Ingredientes

Para 1 unidades

  • Harina de trigo común, de todo uso500 g
  • Agua templada325 ml
  • Levadura fresca de panadería15 g
  • Sal10 g
  • Azúcar10 g
  • Aceite de oliva virgen extra45 ml

Cómo hacer pan fácil y rápido con harina común

Dificultad: Fácil

  • Tiempo total55 m
  • Elaboración10 m
  • Cocción45 m
  • Reposo20 m

Introducimos el agua templada en un recipiente amplio y hondo y añadimos la levadura fresca, desmenuzada, y el azúcar. Removemos hasta que el azúcar y la levadura se integren por completo.

Añadimos la mitad de la harina y todo el aceite. Removemos bien, procurando aplastar los grumos que se formen, y dejamos reposar durante 20 minutos a temperatura ambiente, cubriendo el recipiente con un trapo limpio. La masa crecerá ligeramente y se llenará de burbujas.

Transcurrido el tiempo de reposo incorporamos el resto de la harina, la sal y removemos hasta que no podamos más, porque se volverá muy espesa. Espolvoreamos la superficie de trabajo con harina y volcamos la masa sobre ella. Nos engrasamos las manos con aceite y amasamos durante un par de minutos.

Formamos una bola con la masa y la colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal untado con un poco de aceite. Hacemos dos cortes en la superficie con un cuchillo afilado y, si queremos dar un aire rústico al pan, lo espolvoreamos con harina.

Embadurnamos con aceite el interior de un recipiente amplio y hondo apto para horno (hemos usado un bol de pyrex de 24 cm, pero se puede usar una cacerola o similar) y cubrimos con él la masa. Cocemos en el horno, precalentado a 200 ºC con calor arriba y abajo, durante 45 minutos. Destapamos y dejamos enfriar sobre una rejilla antes de consumir.

Extraído de:  «Directo al paladar» !

Buscar mas recetas: